Por: Msn
05/10/2021
La Policía y la Fiscalía identificó que una de las poderosas bandas del grupo criminal, compuesto por antiguos paramilitares, tenía hasta hace pocos días el control de la venta de pipetas de gas en varias comunas de la capital de Antioquia, en asocio con grandes empresas que abastecen este servicio.
La Oficina, el grupo criminal creado en los años ochenta por Pablo Escobar Gaviria y que todavía en 2021 controla las economías ilegales en el Valle de Aburrá, está de nuevo bajo la lupa de la Policía y la Fiscalía. Las autoridades realizaron en la última semana una operación de extinción de dominio cercana a los $200.000 millones contra una poderosa banda criminal que conforma la Oficina, llamada Robledo, y que opera en al menos seis de las 16 comunas de Medellín. Según la Policía, la organización sigue siendo manejada desde prisión por sus líderes, que en el pasado formaron parte de los bloques Metro, Cacique Nutibara y Héroes de Granada de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc).
La Dirección de Investigación Criminal (Dijín) de la Policía y la Fiscalía embargaron 39 bienes pertenecientes a integrantes de la banda Robledo, ubicados en Medellín y los municipios antioqueños de Rionegro, Bello, El Santuario, Marinilla, Sabaneta y Santo Domingo. Las autoridades determinaron que esos bienes fueron usados por la alianza criminal, entre grandes empresas distribuidoras de gas en el departamento de Antioquia y con Germán Augusto Ramírez, alias Mancho, hombre de confianza y financiero de alias Toño Paraco, líder de la banda criminal Robledo, capturado en julio de 2020 y antiguo miembro del bloque Metro en Medellín, liderado por el asesinado jefe paramilitar alias Doble Cero.
De acuerdo con lo que han podido identificar las autoridades, quedarse con el monopolio de la venta de gas en pipeta es un millonario negocio de la Robledo en las comunas donde hace presencia. La razón sería que allí no hay redes de gas domiciliario, porque las bandas criminales no lo permiten o por las condiciones topográficas de algunas zonas de la capital antioqueña. Un miembro de la Dijín, que pidió anonimato por seguridad, le contó a este diario que la investigación empezó hace aproximadamente un año, cuando recibieron varias denuncias de víctimas de este cartel en el corregimiento de San Cristóbal, que colinda con el municipio de Bello, en donde fue robado un vehículo transportador de gas.
Esta y otras denuncias sobre el monopolio dirigido por alias Mancho pusieron en marcha las investigaciones de la Policía y la Fiscalía sobre esta red que tenía como fachada, dicen las autoridades, la empresa Gases El Aliado, que tenía toda una serie de pactos con sus proveedores de gas propano en varios punto de Medellín y Antioquia para que solo le vendieran a él por un bajo precio. “Tenemos evidencias y testimonios de que los gerentes de estas empresas trabajaron con alias Mancho en este monopolio de manera voluntaria y que no fueron sometidos a ninguna presión por parte del grupo Robledo”, señaló un investigador de la Dijín a El Espectador.
Este cartel del gas, dice el investigador de la Dijín, estaba muy bien asentado en el corregimiento de San Cristóbal, pero señaló que las investigaciones se amplían en toda la ciudad para determinar cuál es la afectación real. “Aunque El Aliado se estaba expandiendo por otras zonas de la ciudad, a raíz de la operación de extinción de dominio tuvieron que frenar todo. Y pasa lo de siempre: buscan a otras personas para que sustituyan a las que fueron capturadas”, dice el investigador, quien agrega que Mancho fue capturado en agosto de 2021 gracias a otros exmiembros del grupo criminal que contaron lo que pasaba dentro de la organización de origen paramilitar y el monopolio del gas.
Los paramilitares nunca se fueron
Robledo es una organización delincuencial que inició su proceso de despliegue y fortalecimiento criminal en 2005, en la Comuna 13 de Medellín, luego del proceso de desmovilización del bloque Héroes de Granada de las extintas Auc. Además, han tenido intereses marcados en el monopolio de actividades ilegales de narcotráfico, lavado de activos, extorsión, homicidios selectivos, tráfico de armas, entre otras, buscando replegar sus áreas de influencia hacia otras comunas, como la 7 (Robledo), 11 (Laureles), 12 (La América), 13 (San Javier) y 16 (Belén). Lo que les preocupa a las comunidades, dice un líder comunitario, es que de poco sirve denunciar porque los criminales siguen dando órdenes desde prisión.
En octubre de 2017 fue capturado el máximo líder de Robledo: alias Carlos Pesebre, un hombre que fue colaborador del Ejército y los paramilitares durante la cuestionada Operación Orión de la Comuna 13 en 2002. Luego fue integrante del bloque Héroes de Granada, comandado por los narcotraficantes y exlíderes de la Oficina de Envigado alias Danielito y Don Berna. Cuando las Auc se desmovilizaron en 2005, muchos miembros de base y medios de ese bloque, como Carlos Pesebre, pasaron a ser parte de los grupos criminales que articula la Oficina, entre ellos Robledo. Incluso, Carlos Pesebre conformó una pequeña banda local llamada los Pesebreros en el barrio El Pesebre de la Comuna 13.
De acuerdo con fuentes de la Dijín, el líder de la Robledo, que sigue dando órdenes desde prisión, fue escalando en la jerarquía de la Oficina de la mano de otros tres hombres que llegaron a liderar el temido grupo criminal que tiene conexiones con carteles mexicanos: alias Douglas, Sebastián y Fredy Colas, estos dos últimos extraditados a Estados Unidos por narcotráfico. Tras las capturas de sus jefes, Pesebre quedó a cargo de más de 500 hombres en Medellín. Sin embargo, terminó preso y se repitió el ciclo: sus hombres de confianza ocuparon su puesto. y luego fueron detenidos, entre ellos alias Camilo el Grande (capturado en 2017), Sombra (capturado en 2018), Toño Paraco (capturado en julio de 2020) y La Rea (capturado en febrero de 2021).
