Por:Extra
04/02/2019
La Fiscalía le sigue la pista a una mujer que, valiéndose de su belleza y carisma, no solo se ha hecho pasar como agente de Policía para dictar conferencias en colegios, sino que ha tenido relaciones con agentes para comprometerlos con créditos bancarios a su favor y luego desaparecer.
Sus encantos son evidentes, pero más allá de eso, ideó un sistema mediante el cual creaba falsos perfiles de Facebook para identificarse de diferentes formas antes las instituciones y los agentes con los cuales sostuvo relaciones sentimentales, para luego irse sin dejar rastro alguno.
Por ejemplo: esta mujer se presentó ante la Institución Educativa Distrital Ricaurte, ubicada en el centro de Bogotá, como la teniente Paola Restrepo, insistiendo en que daba conferencias sobre los riesgos y amenazas que existen en los entornos escolares, y el correcto uso de las redes sociales.
Incluso el rector de dicha institución, Guido Caicedo, señala que vestía prendas de uso privativo de la institución, tenía placa, y constantemente daba la apariencia de hablar con otros uniformados por radioteléfono, lo que brindaba cierta seguridad sobre su identidad.
Pero no era solo eso: un uniformado relató a ‘RCN Radio’ que “la conocí y tuvimos una relación, estuvimos viviendo durante 8 meses en los que usaba uniformes con los que se identificaba como teniente de la Policía”.
Agregó que tras varios meses de estar viviendo juntos, logró que a su nombre sacará créditos que ella necesitaba para su beneficio personal, y tras darle el dinero de estos, desapareció sin dejar rastro alguno. “Tomó varios préstamos que yo ahora estoy pagando para salir de todas las deudas que me dejó”, añadió.
La investigación de las autoridades llevó a identificar que la mujer tenía varios falsos perfiles de Facebook, y que su verdadero nombre es Blanca Aurora Caro Restrepo, quien de acuerdo al sistema de registro de la Policía, no hace parte de la institución.
El CTI de la Fiscalía, quien está al frente de estas labores, constató que esta mujer ya era requerida por otros varios delitos cometidos en municipios de Cundinamarca y Tolima, en los que usó el mismo modus operandi. Entre sus víctimas se cuentan cinco uniformados del Ejército, la Policía y el Inpec, a los que ‘engrampó’ de deudas de más de 50 millones de pesos para luego huir.
