Por: Vanguardia
09/07/2019
Además de intimidar a la víctima con armas de fuego, las autoridades establecieron que los delincuentes ejercieron violencia física. El hurto supera los ocho millones de pesos.
Gracias al aviso oportuno por parte de la comunidad y a la rápida reacción de la Policía, dos hombres acusados de cometer un hurto a mano armada en una sucursal de giros y pagos fueron capturados.

El atraco, de acuerdo con lo revelado por la Fiscalía en las audiencias concentradas, se presentó en un establecimiento comercial de la vereda Portachuelo, en jurisdicción de Rionegro, sobre la vía que comunica a Bucaramanga con la Costa Atlántica, el pasado sábado hacia la 1:00 de la tarde.
Allí, Brayan Miranda Medina y Yeison Alexis Hernández Santamaría, como fueron identificados los señalados asaltantes, utilizando cascos y armas de fuego, amedrentaron a la empleada del local y le exigieron que entrega todo el dinero de la caja registradora.
Ante las amenazas de muerte, a la mujer no le quedó más remedio que entregar $8 millones 100 mil en efectivo (dinero producto del recaudo de los pagos, recargas y giros de las empresas Bancolombia y Efecty).
No contentos con esta suma, los asaltantes se llevaron tres celulares y ejercieron violencia física contra la cajera en varias ocasiones.
“No vaya a gritar porque la matamos de una”, era algunas de las frases intimidantes que Miranda Medina y Hernández Santamaría le decían a la mujer.
Luego de varios minutos de angustia, los sujetos guardaron los elementos mencionados en un morral y se dieron a la fuga en una motocicleta negra, con rumbo a El Playón. Fue entonces cuando la víctima salió y dio aviso a los trabajadores de un taller cercano.
Algunos iniciaron una persecución para seguirle la pista a los atracadores, mientras que otros reportaron lo sucedido a la Policía.
En medio de la reacción policial, los dos sujetos fueron capturados momentos después. Ya habían alcanzado a cambiarse la ropa, con el fin de evadir el cerco de las autoridades.
Sin embargo, la mujer afectada se trasladó a la Estación de Policía de Rionegro y allí por su contextura física, los cascos y el bolso que llevaban, los reconoció enseguida.
Brayan y Yeison no se allanaron a los cargos de hurto calificado y agravado y porte ilegal de armas que la Fiscalía les imputó. Aún así, un juez les dictó medida de aseguramiento en centro carcelario.






